La Leyenda de Las Tres Pascualas

Cuenta la leyenda que las tres Pascualas vivían junto a una laguna, soñando con el amor eterno, puro y fiel...

El Día En Que Coronel Dijo Basta: No Más Termoeléctricas

Cerca de 2 mil personas se reunieron en la plaza comunal de Coronel, para manifestar la preocupación que existe por la contaminación en ese lugar

La Leyenda del Salto del Lajas

Cuentan los antiguos, que en el lugar donde hoy está el Salto del Laja, había una llanura...

La Batalla del Cerro Gavilán

En honor a nuestra historia presentamos una producción que resume los sucesos que se desarrollaron en la conocida Batalla del Cerro Gavilán .

Coronel... La Historia Sobre la Arena y el Carbón

Coronel... La Historia Sobre la Arena y el Carbón. Producción patrocinada por la Casa Ciudadana Coronel

lunes, 2 de febrero de 2009

Escudo de Armas de Los Ángeles

En campo de plata, un toro de gules, símbolo de la brabura de los antiguos pobladores de la Isla de la Laja. Sobre y bajo el toro, tres ondas de azur que representan los ríos de la región. En jefe, seis rayos convergentes de gules representan la energía eléctrica de la zona. Bordura de azur, cargada con ocho águilas de plata 3 en jefe, 2 en plancos y 3 en barba. Timbrado, con una corona, de oro, de ocho torres de las cuales cuatro van a la vista.

Plano de Los Ángeles - Paillihue

Personajes De La Comuna De Los Ángeles

(Actualización Pendiente)

Alberto Urenda Alberto Urenda
. Don Alberto Urenda en 1932 fue nombrado vocal de la Junta de Vecinos (el municipio actual) llamado así desde 1924 a 1939 por decreto del General Carlos Ibáñez del Campo... 

Domingo Contreras Gómez. Domingo Contreras Gómez Junto a don Roque A. Sanhueza, fundó "El Siglo" (de Los Ángeles, ciertamente), cuyo primer número vio la luz el 1 de enero de 1902...

Juan Jara Véjar. Juan Jara Véjar En septiembre de 1932 fue nombrado alcalde. De oficio mueblista, resultó un excelente alcalde. Así lo estableció la Junta en el acta de la sesión del 15 de... 

Juan Mauricio Rugendas. América ha sido un foco de atención permanente para los aventureros de Europa. En el siglo XIX varios viajeros llegaron a estas tierras, en expediciones científicas, en empresas románticas o... 

Lorenzo Pascual Sancho. Don Lorenzo Pascual Sancho llegó a Los Ángeles, proveniente de su España natal (nació en una localidad llamada Arta), en 1924, cuando apenas tenía 12 años... 

Mario Rios Padilla. Mario Ríos Padilla, nace en la ciudad de Los Ángeles el 26 de junio de 1908, hijo menor del Doctor Víctor Ríos Ruiz y de Carmela Padilla de Ríos Estudió en el colegio San Ignacio y posteriormente continúa sus... 

Miguel Arteche. Miguel Arteche nació en Nueva Imperial en julio de 1926. Pero su infancia y adolescencia transcurrieron en Los Ángeles. En el Liceo de Hombres se gestó su vocación... 

Don Pedro Córdoba y Figueroa. Don Pedro Córdoba y Figueroa nació en Concepción en 1692. Se educó en las milicias y desde 1725 es miembro del Ejército de la Frontera...

Pedro Ruíz Aldea . Pedro Ruíz Aldea Tiene el mérito de ser el fundador del primer periódico que se fundó en Los Ángeles, El Guía de Arauco, publicado el 1 de noviembre de 1864. Fue, sin duda...

Ramiro Segura Cárter. Ramiro Segura Cárter Fundó en Los Ángeles el diario "Las Noticias", en 1928. Más tarde, en 1938, durante el gobierno del presidente Pedro Aguirre Cerda fue intendente, falleciendo durante el ejercicio de sus funciones. 

René Aravena. Pocos conocieron la exitosa trayectoria de este angelino excepcional, ya que la mayor parte de ella se desarrolló en Norteamérica y Europa. “Era artista, erudito y educador”...

Roberto Espinoza Norambuena. Distinguido abogado, periodista y profesor universitario. Agradecido de la ciudad que lo vio nacer, legó todos sus bienes a la Municipalidad de Los Angeles... 

Virginio Gómez. Distinguido médico cirujano que ejerció su profesión con brillo en distintos puntos del país. El sur de Chile le debe la fundación de la Universidad de Concepción y el ... 

Waldemar Agurto. Ex-alcalde y ex regidor de Los Angeles entre 1963 -1971 y miembro del Club de la Unión, entre otras instituciones, es conocido por su buena memoria. Por él podrán pasar los años, pero jamás se desprenderá de... 

La Playita, Saltos del Laja

Una gran cantidad de balnearios existe aguas arriba del Salto de Laja, siguiendo el río del mismo nombre. En el sector Salto Chico y fundamentalmente en La Playita ubicados en el camino a Paraguay, son alternativas que en verano atraen a gran cantidad de turistas.

Capilla San Sebastián

La capilla del antiguo hospital San Sebastián de Los Angeles se empezó a construir el año 1916 y los trabajos finalizaron en 1924. Los materiales empleados en su construcción fueron adobes, maderas y piedras en los cimientos. La capilla, desde el punto de vista formal, se caracteriza por su gran volumen, por el equilibrio que se ha logrado al dotarla con un estilizado campanario y una galería cubierta hacia el norte. 

Las ventanas que se extienden a todo el largo de las murallas laterales le dan al interior una inmejorable iluminación. Es interesante el tratamiento que se ha dado al zócalo de la galería; en la ciudad quedan casas de principios de siglo (calle Caupolicán y Mendoza) que llevan en el frontis ornamentos semejantes. La construcción, actualmente, se mantiene en buen estado de conservación, no obstante, fue difícil evitar. Antes que se cambiara la techumbre, que las filtraciones de las aguas lluvias no deterioraran el extenso lienzo, pegado en la bóveda, pintado con motivos sacros. Es monumento histórico nacional.

Parque Ricardo Vicuña

Esta avenida se fue conformando como el remate lógico del camino proveniente desde Nacimiento y que conectaba con la antigua ruta longitudinal, que corría por Villagrán y Los Carrera. En 1997, se completó su trazado, con el asfaltado de la doble calzada. 

La configuración del parque se inició recién en la pasada década del ’80, partiendo desde el oriente hasta el edificio de los tribunales. En la década del 90, se completó el tramo ubicado al poniente, que remata en la plaza de juegos infantiles "María Gutiérrez", donde se ubica una antigua maquinaria en desuso, que servía para aplanar las calles. El diseño del parque es simple, con árboles por sus costados, grandes prados y algunos jardines con flores, como éste ubicado justamente frente a los Tribunales.

El museo de la Alta Frontera

El museo de la Alta Frontera ubicado en el edificio Libertador Bernardo O’Higgins, frente a la Plaza de Armas, contiene colecciones de platería mapuche, textiles pehuenches y armas del periodo de la Conquista. En el mismo edificio existe una sala de exposiciones, llamada Pedro Luna, que se utiliza permanentemente, de preferencia, para muestras pictóricas, fotográficas y de esculturas.

Laguna Esmeralda de Los Ángeles

Aprovechando una antigua cantera abandonada, en la década del ’20, por iniciativa de Alberto Urenda, se desvió el canal Municipal desde la avenida Ricardo Vicuña, conformando esta bella laguna urbana, que hasta los años 60 fue centro de atracción y de intensa vida recreativa de todos los estratos sociales de la ciudad. Luego de un período de semiabandono, fue recuperada, manteniéndose como uno de los paseos favoritos para los enamorados. 

En la década del ’80 se pavimentaron sus caminos interiores y se instalaron luminarias, sistema que fue reforzado en 1996 con un nuevo proyecto de iluminación. En 2005 se habilitó un área de juegos infantiles con dinosaurios gigantes. Su mayor gloria la vivió en aquellas épocas en que se efectuaban allí festivales, bailes y farándulas de primavera, a mediados del siglo XX.

Saltos del Laja, Los Ángeles Provincia de Bio Bío.

Aunque estas cataratas eran conocidas por tribus primitivas vecinas, los primeros ojos que contemplaron este lugar con espíritu turístico, fueron los del gobernador español Manuel de Amat y Juniet. El Gobernador conoció el lugar con ocasión de un parlamento celebrado en 1756 en las cercanías del salto con mapuches y pehuenches. El parlamento se realizó en la víspera de Navidad y en su descripción del salto dice Amat : "El ruido que causa es tanto que en tres o cuatro cuadras de distancia no se puede conversar sino en voz alta y a mayor distancia se padece la lluvia de la niebla que levanta el viento si es contrario". El salto fue un punto importante también en la historia. 

Como parte del río Laja, constituyó la llamada "Isla de la Laja", que era el espacio que delimitaba el río Laja por el norte, el río Biobío y Duqueco por el sur. Este triángulo arenoso semidesértico, tuvo una trascendencia histórica, aunque al comienzo el indígena y español eludió tan inhóspita región, representando la tierra de nadie en la secular Guerra de Arauco. Saltos del Laja, Sector la Playita El río Laja nace en el lago de igual nombre y se inicia su descenso teniendo como tributarios al río El Toro, Polcura, Trubunleo y Rucúe. Recorre 148 kilómetros en dirección central oeste, hasta llegar al salto; en todo su trayecto está rodeado de arenales. 

El Salto del Laja esta constituido por tres caídas independientes. Su origen se debe a la presencia de bancos alternados de tobas endurecidas y areniscas blandas, perforadas en parte por las aguas. Aguas servidas del Salto, el río es tranquilo pero muy bajo, pudiendo ser vadeado con gran facilidad. Aguas abajo, se reduce a un profundo y angosto cañón de unos cuatro kilómetros de largo y veinte metros de ancho en que corre con gran velocidad. 

Continuando su viaje, el Laja confluye con el río Claro hasta unirse con el Bio Bío, culminando su recorrido tras andar 177 Kms. desde su nacimiento en el Cerro Campamento en la alta cordillera. Saltos del Laja, Clavadistas del Salto Las caídas de agua del río Laja o Salto del Laja, tiene una altura de 55 mts., la principal, que se ve desde la carretera; la segunda caída que da hacia el este, tiene una altura de 35 mts. y el tercer salto que se ubica en medio de los anteriores mide unos 20 mts., siendo notorio su caudal cuando en primavera crece el río producto de los deshielos. El paisaje circundante está constituido por vegetación tipo nativa tipo esclerófilo con especies de boldo y quillay y xerófitas como el espino (que encuentra aquí su límite sur de distribución), y árboles como álamos, eucaliptus y sauces entre otros. Lo que configura un atractivo turístico de nivel internacional. Un par de kilómetros del puente carretero, desviándose hacia la izquierda por un camino de tierra se llega al costado sur del río Laja, donde existen verdaderas piscinas naturales con numerosos camping de distinta capacidad y servicios.

Clavadistas del Salto del Laja

Sin miedo a saltar. El paisaje que ofrece el Salto del Laja se convierte en un polo de atracción irresistible para las hordas de turistas que ahí transitan. Al observar la cascada se sabe que esta maravilla natural es sólo para admirarla, ya que al apreciar la altura desde el puente, provoca vértigo hasta a los más valientes. Sin embargo, no todos piensan igual, ya que hay quienes se atreven a desafiar la gravedad y la fuerza del río. Es lo que hace un grupo de 14 clavadistas de 10 a 25 años, que, probando su técnica y atrevimiento, los fines de semana del verano, ofrece un espectáculo de riesgo y dominio a todos los presentes, lanzándose a las aguas del río, en el sector del puente. 

Pero no cualquiera hace esta hazaña. De hecho estos muchachos han crecido en la zona del Salto, lo que les ha permitido desde niños conocer la fuerte corriente de las aguas del Laja y dejar atrás el miedo. Los clavados los realizan desde diferentes puntos. Algunos de los osados nadadores se lanzan del puente superior, zona baja y en las juntas del río, en fin, de los distintos lugares que permitan realizar un buen salto. Sin embargo al enfrentar los 35 metros de altura, la adrenalina se convierte en la madre de la aventura, porque no cualquiera es capaz de enfrentar este desafío. 

La técnica que aplican estos autodidactas son también variadas, entre las que se destacan el vuelo del ángel y la carpa, demostrando siempre condiciones innatas para enfrentar la fuerte corriente del río. Los muchachos que realizan este espectáculo son los conocidos charqueros que trabajan en el sector, e hijos de los artesanos de la Feria Artesanal. Todos ellos han querido darle un nuevo auge turístico al Salto con esta actividad que han realizado durante años, pero ahora de manera especial. Es por eso que los audaces nadadores brindan al público un espectáculo muy particular. Además, debido a sus conocimientos de las aguas en ese sector, son los primeros en prestar ayuda a las personas que caen a las aguas de este curso fluvial. Cada temporada de verano, logran salvar a varios visitantes de las caudalosas aguas del Laja y, en los casos más lamentables, a los cuerpos de las víctimas de la imprudencia.

Aeródromo María Dolores

En la década de los ’60, estaba el boom por la aeronáutica y la conquista del espacio. El hombre surcaba el aire cada vez más rápido en los aviones a reacción y alcanzar la Luna fue un sueño hecho realidad a fines del mismo periodo. Y la ciudad de Los Angeles tampoco estuvo ajena a esos acontecimientos. En ese mismo tiempo, el 21 de junio de 1968, se inauguró el aeródromo María Dolores, distante cinco kilómetros al norponiente de la ciudad. 

Era tal la importancia por hacer soberanía en los cielos que incluso estuvo el propio Presidente de la República de la época, Eduardo Frei Montalva, en la inauguración del nuevo terminal. A las 10 de la mañana de ese día, el Jefe de Estado cortaba la cinta tricolor y se daba por iniciado el tráfico aéreo. El terreno para el aeródromo fue donado por el médico angelino Alonso Acuña Rebolledo, quien - en la década del ‘60- cedió 106 hectáreas de uno de sus predios que estaba dedicado originalmente a la ganadería y lechería. La denominación del terminal aéreo se debe a que ése era el nombre de la madre del benefactor, María Dolores Rebolledo viuda de Acuña. 

Sobre ese terreno fue emplazado un recinto de 900 metros cuadrados, el cual fue inaugurado en junio de 1968, siendo considerado uno de los más modernos de la zona sur del país en su época. Sin embargo, el devenir del aeródromo ha tenido altibajos. La primera gran limitante fue el estado de los ocho kilómetros del camino de acceso (recién en los años ’80 fue asfaltada la ruta y en los ’90 se mejoró definitivamente). 

También hubo un tiempo en que el recinto fue entregado en comodato y fue usado como una discoteque (se llamaba Aeroteca 2000). Sin embargo, los mayores inconvenientes han venido por el irregular flujo aerocomercial. Aunque en sus inicios hubo operaciones de una aerolínea, la actividad nunca ha podido consolidarse. En los años ’90, después de la presión de autoridades y la comunidad en general, se logró la reanudación de los vuelos comerciales entre Los Angeles y el aeropuerto internacional de Santiago. Importante fue la ampliación de la pista (tiene mil 700 metros de extensión) y la instalación del sistema de luces de aproximación, que se ejecutaron con cargo al Ministerio de Obras Públicas. 

En 1994, fue Ladeco la aerolínea que comenzó sus operaciones con una disponibilidad de, su inventario, naves acordes con las características requeridas, tales como el Boeing 737-200 ADV, el BAC 111 o bien el BAE 146. Sin embargo, al cabo de unos años, desistió de continuar con sus vuelos debido a la falta de una cantidad permanente e importante de pasajeros. Pero pronto aparecieron otras nuevas líneas de menor tamaño que operan con jets con capacidad de hasta 15 pasajeros. Alta y Avant hicieron esfuerzos por mantener sus operaciones pero los problemas financieros y la descarnada competencia con las grandes aerolíneas, respectivamente, hicieron que ambas cesaran sus operaciones.

Caballos de O´Higgins. ¿Iguales?

Parecen la misma estatua de Bernardo O’Higgins sobre un brioso caballo pero no. No se confunda. La imagen de la izquierda no es la que está instalada desde el 22 de noviembre del año 2002 en la Plaza de Armas de Los Ángeles, sino que es la que existe hace ¡¡¡15 años!!! en el Parque Monumental construido en homenaje al Padre de la Patria, en la ciudad de Chillán Viejo. 

Su color más oscuro delata el paso del tiempo en uno y otro monumento pero las similitudes en cuanto a sus figuras y formas son más que evidentes. También lo son en sus características de los materiales empleados en su construcción. En el sitio web de la Municipalidad de Chillán Viejo (www.chillanviejo.cl) se cuenta que el Monumento Ecuestre al Libertador fue inaugurado el 20 de agosto de 1987 y encargada por la Municipalidad de Chillán a una fundición de Santiago, según el proyecto del escultor Claudio Caroca Calderón. 

Está ubicado en el Parque Monumental, en el patio principal, sobre una plataforma de concreto y granito. Pesa tres toneladas, mide 4 metros de altura y es de bronce macizo. Presenta a Don Bernardo montado en un brioso corcel chileno en ademán de saludo triunfal. La misma imagen - salvo algunas leves diferencias (trate de descubrirlas)-, está en Los Ángeles desde el año 2002, como corolario de las obras de construcción de la nueva Plaza de Armas de esta ciudad. Fue construida en una fundición en Santiago, pese 3 mil 700 kilos y también mide cuatro metros de alto. Su costo fue superior a los 47 millones de pesos, detalle que no se precisa para el monumento existente en Chillán. La salvedad es la placa de bronce colocada que dice: "La ciudad de Chillán al más ilustre de sus hijos, Capitán General Bernardo O’Higgins R., Agosto 20 de 1987", mientras que la de Los Ángeles hace referencia a la gestión municipal.

Diga Los Ángeles a secas

“¡¡La ciudad de Saantaa Maaríaa de Los Ángeeeles!!” exclamaban los locutores en las ceremonias oficiales de hace algunos años en la comuna. Con mucha pompa, la denominación de la comuna capital de la provincia de Bio Bío ha sido (y todavía lo es en muchos lugares), parte habitual de nuestras vidas. Sin embargo, y aunque ya se ha publicado en ocasiones anteriores, el nombre de la ciudad – con el Santa María - no es sino un error histórico. Para aclarar el punto, vayamos por partes. 

El origen de la ciudad se remonta por allá por el 26 de mayo de 1742, cuando el gobernador de la Capitanía General de Chile, José Manso de Velasco, ordenó al sargento mayor Pedro de Córdoba y Figueroa para que en este lugar se instalara una villa que más tarde dio origen a la ciudad que hoy conocemos. Y es aquí el punto más importante para aclarar este error. En el acta de fundación, según los historiadores, no existe ninguna referencia a Santa María de Los Ángeles. 

Este aspecto no es menor porque, a partir de dicha acta, todos los pueblos arman sus nombres con los cuales son conocidos más tarde. Para todos los efectos, siempre se denominó Los Ángeles. A secas. Para ser más precisos: el acta de fundación, firmada por Manso de Velasco, señala: “He deliberado se dé principios y ejecute la referida población con el nombre de Los Ángeles...”. Las investigaciones de la historiadora María Teresa Varas, que hace algunos recopiló información de la época colonial, demostraron este error. Pero su trabajo también permitiría establecer el origen de esta falta. 

En los documentos recopilados, encontró referencias de la ciudad como Nuestra Señora de Los Ángeles. Incluso Bernardo O’Higgins, en algunas de sus cartas, se refería a la villa en esos términos lo que más tarde desembocaría en la denominación que hoy conocemos. Pero, en 1886, en “La Historia General de Chile” de Diego Barros Arana, hace referencia explícita a Santa María de Los Ángeles (página 142), aunque aclara que no ha encontrado el documento de fundación, el mismo que apareció más tarde en el Archivo de Sevilla, España. El error lo tomó el abogado Domingo Contreras Gómez, quien escribió, en dos tomos, "La Historia de Santa María de Los Ángeles", con motivo de los 200 años de su fundación. A tal punto llegó dicha identificación que, en la década del 60, cuando se conformó la Diócesis, pasó a denominarse también Santa María de Los Ángeles. Y así ha seguido, incluso hasta nuestros días. 

En tiempos no tan pasados, este nombre pasó a ser de uso común en ceremonias, actos públicos, en los folletos y papelería pública. Incluso, en el prado ubicado frente al acceso principal del edificio municipal, un gran letrero instalado a fines de los ochenta dice "Santa María de Los Ángeles" y menciona la cantidad de habitantes. También, en el acceso por Sor Vicenta, existe una imagen de Santa María de Los Ángeles. Pero, como está dicho, los historiadores se han encargado de aclarar este malentendido. 

A la labor de María Teresa Varas se sumó la de Tulio González Abuter, historiador y abogado, quien escribió hace algunos años un artículo en el diario La Tribuna donde entregaba toda la fundamentación existente al respecto. Pero ya se han notado cambios. Los locutores de las ceremonias oficiales ya no hablan de “¡¡La ciudad de Saantaa Maaríaa de Los Aaangeles!!” sino de Los Ángeles, a secas, sin apellidos u otros nombres. Su propio sitio web que durante un par de años mostraba con grandes letras la equívoca referencia, se modificó por la correcta. Y así, de a poco, se está tratando de cambiar este concepto por el que verdaderamente plasmó Pedro de Córdova y Figueroa cuando fundó LOS ÁNGELES, así, a secas.

Asados Campesinos de El Peral

Estofado de campo: tradición que se mantiene. * El cuerito de cerdo ahumado es lo que le dá el toque, dijo una cocinera experta de El Peral. ¿Quién no conoce y degustado un buen estofado, calientito, un plato que, por definición del diccionario Larousse es un "guisado de carne hecho a fuego lento, con poco caldo y tapando la olla"? Algunos le agregan papas y verduras; los más carnívoros las omiten, ya que seguramente hay variaciones en su preparación, dependiendo del gusto de cada familia. Porque se trata de un guiso familiar y tradicional muy exquisito para los amantes de la buena mesa. Una de sus variaciones es posible encontrarla en el campo de nuestra zona, donde las dueñas de casa conservan aún la costumbre de preparar estofados cuando hay fechas que celebrar, como sucede con "el mes de los santos" y como ocurrirá para Santa Carmen, el 16 de julio. 

El estofado campesino adquiere, entonces, todo el sabor de la vida rural y podría decirse que constituye uno de los platos más típicos y tradicionales de Biobío por la forma única de cocinarlo. Para comprobarlo, hablamos con la señora Tadea Rivas Alvial, del sector El Peral, quien, por su buena mano, es la encargada de preparar los estofados durante los fines de semana gastronómicos que organiza el Consejo Ecológico Comunal en El Peral, como será el que tendrá lugar allí pasado mañana domingo. La señora Tadea dijo que aprendió de su abuelita, María Cruz, a cocinar el estofado campesino que preparaba en ocasiones bien precisas: para la celebración de la Cruz de Mayo y para "las Carmen". "Mi abuelita cocinaba grandes estofados en unas seis olletas de fierro, grandes. Por ejemplo, para las Carmen se juntaban como 200 personas porque había una Novena y para atender a la gente ella la atendía con eso, así es la tradición en el campo: primero la Novena y después se atiende con comida, también había baile y cantores", contó. Ese tipo de cocina ha sido reemplazado actualmente por otras formas de hacer las cosas y con nuevos elementos de apoyo, como señala Tadea Rivas, quien dice que en El Peral meten a la olla del estofado las porciones calculadas para cada persona, en una malla, la que se abre para servir los platos. La preparación es la misma, pero de esta forma se mantiene el orden de las "presas". "Este es un plato totalmente campesino y por eso se prepara en las fiestas de San Juan o las Carmen, porque la gente aprovecha que en esta época mata su chanchito y ahuma la carne", dijo. Tadea nos dá las primeras pistas para que el estofado campesino quede sabroso: su base son las carnes de cerdo ahumadas (tienen que ser ahumadas), a las que se agregan pavo o gallina, pájaros silvestres y conejo. 

Una receta para 10 personas deberá cocinarse de la siguiente manera: Colocar en la olla una capa de cebollas pequeñas, enteras, una capa de cuero de cerdo ahumado, una capa de costillar, otra de cebolla. Aliñar. Por capas, continuar agregando las chuletas, los pájaros, el conejo y, por último, el ave y otra capa de cebollas. Se aliña con comino, aliño completo, morrón, pimentón, una cabeza de ajo sin pelar, ajo machacado, ají molido a gusto y guindas silvestres secas, para la "repugnancia". Colocar un litro de vino blanco, ojalá pipeño (algo ácido y no dulce) y alrededor de medio litro de agua. Tapar y dejar cocer a fuego muy lento, porque "esa es la gracia", dice la señora Tadea. Así, un plato por persona debería llevar una porción de costillar, de "cuerito", un pedazo de chuleta, una presa de pavo o pollo, medio pajarito silvestre, una presa de conejo, un diente de ajo sin pelar, una guinda, cebolla y "juguito". A lo pobre, señala nuestra experta, podría cocinarse sólo con cerdo y pollo e incluso se puede comprar cuero del llamado "nuevo cerdo", que es más blando. Recordó que antiguamente este plato se servía con catutos, porque los chanchos eran demasiado gordos. El trigo, que siempre había en toda casa de campo, se ponía a cocer, se molía con piedra, se amasaban pequeños rollos y se cocían en el brasero u horno. Ahora, el estofado puede servirse con una papa, pero cocida aparte.

Historia del Busto del Mariscal Alcázar

Una singular historia rodea al busto en bronce del mariscal Andrés de Alcázar, un destacado héroe nacional durante el proceso de la Independencia Nacional que estuvo muy ligado a las tierras de Biobío, ubicado en la orilla sur del puente sobre el río Laja, frente a los famosos Saltos del Laja. Se trata de una figura rodeada emplazada en medio de un pequeño sector de descanso, rodeado de algunos escaños que ofrecen un asiento a los miles de visitantes que anualmente llegan al lugar. Según se recuerdan en la Municipalidad de Los Ángeles, donde jurisdiccionalmente se encuentre el busto de Alcázar, hace 10 años fue encontrado abandonado en una de las bodegas de la Municipalidad de Santiago. 

Aparentemente había sido enviado a fundir hacia la década de los ’40 pero, por alguna razón que se desconoce, permaneció en el anonimato. El alcalde capitalino de la época, Jaime Ravinet, pidió mayores antecedentes sobre este busto para determinar una buena ubicación en Santiago. Pero, al cabo, se descubrió que esta insigne figura estaba relacionada con la zona de Los Ángeles. Así las cosas y después de algunos contactos, el propio Ravinet remitió la figura a la comuna capital de la provincia de Biobío, la cual decidió que ornamentara el ahora no tan concurrido paseo por el sector de los Saltos del Laja. Eso ocurrió a mediado de los años ’90. 

Pero ¿quién fue el Mariscal Alcázar? Según el sitio web del Ejército (www.ejercito.cl/historia/heroes/comandantes/delalcaz.htm), este oficial nació en Tucapel (no en Concepción como se informa en algunas placas conmemorativas, incluida la del busto en cuestión). De brillante carrera militar, combatió en lado de O’Higgins en las batallas por la Independencia. De hecho, el historiador Benjamín Vicuña Mackenna, dijo: "De todos los soldados que han servido a Chile, desde la época de su emancipación (sin considerar la Guerra del Pacífico), ninguno ha sido más genuino ni más cabalmente soldado que el Brigadier Pedro Andrés del Alcázar". 

El propio O’Higgins, en una de sus cartas, decía al referirse a Andrés del Alcázar: "Este oficial, además de las apreciables circunstancias que le adornan, tiene pleno conocimiento de la Frontera y un grande ascendiente sobre sus habitantes...". Respetado y temido, fue ejemplo para los soldados del naciente Ejército chileno. Su vida terminó valientemente en el sector de Tarpellanca, ahora conocido como Puente Perales, el 26 de septiembre de 1820, cuando cayó derrotado por las temidas montoneras de Benavides después de abandonar Los Ángeles con la población de la ciudad, buscando refugio más seguro a las atroces correrías de los últimos representantes realistas.

Historia de la Estatua de Bernardo O´Higgins

En Los Ángeles, la imagen de Bernardo O'Higgins Riquelme cobra un perfil que la saca de las páginas algo frías de la historia y la convierte en una persona más cotidiana, más nuestra. Porque caminó muchas veces por aquí y viajó otras tantas a galope tendido por los caminos de esta tierra. Y porque, en definitiva, fue por algunos años uno más de nosotros, aunque en otro siglo, desde el mismo momento en que se convirtió en hacendado en Canteras, alcalde de Los Ángeles o diputado por la Isla de la Laja. Razón de más para que su figura haya sido plasmada en acero y bronce en la nueva Plaza de Armas de Los Ángeles, capital de la provincia, otorgándole un sello de identidad patriótica a esta zona con su prócer. Es posible que las opiniones de la comunidad estén divididas respecto a cuestiones de carácter estético, de si rompe la armonía conceptual de la plaza o no. 

El asunto es que la estatua simboliza una parte de la historia y costó no pocos esfuerzos confeccionarla, tanto de parte del municipio como de la comunidad interesada en esta figura, cuyos detalles a veces se desconocen. Pesa 3.600 kilos y es de acero con revestimiento de bronce fundido. Su costo fue de 46 millones de pesos, construida por el empresario Santiago Rojas, propietario de la Fundición "El Progreso", de Santiago, quien fuera el único oferente en la licitación pública a que llamó la municipalidad para este proyecto, asesorado por el Instituto O'Higginiano de Chile. 

Por ser una estatua que pesa más de tres toneladas, fue trasladada a Los Ángeles en camión e instalada el 22 de noviembre del año pasado en la plaza, sobre una base de hormigón armado. En la placa ubicada en su base se lee: "Libertador Bernardo O"Higgins Riquelme (1778-1842). En 1801 regresó de Europa a Chile, para hacerse cargo de la hacienda Las Canteras, ubicada a 25 kilómetros al oriente de Los Ángeles, la que heredó de su padre, Ambrosio O"Higgins. 

En esos campos fue un innovador y brillante agricultor. En 1810 fue elegido como primer alcalde republicano de Los Ángeles. El 10 de enero de 1811, cuando ocupaba ese cargo alcaldicio, fue electo por aclamación como el primer diputado de esta zona, conocida como Isla de la Laja, ante el Primer Congreso Nacional, en el cual se preocupó de representar las necesidades de este territorio. Fue el organizador y segundo comandante del Regimiento de Milicias de Los Angeles, defendiendo a los ciudadanos de esta villa y partiendo desde aquí a la defensa de la naciente República, como líder de esa unidad militar, para escribir páginas brillantes de nuestra historia patria. Los Ángeles no olvidará nunca al Libertador Bernardo O"Higgins, su ciudadano más distinguido, quien encontró en esta comarca de los siete ríos su cuna política y militar".

La Captura de Los Ángeles

El fallecido historiador Augusto Vivaldi Chichero, en su libro de 1986 llamado “Presencia de O’Higgins en Los Ángeles”, recopila la descripción de un vecino de la época acerca de esta acción militar ocurrida poco después de la aparición de las tropas realistas.

Una singular historia describe la acción bélica que realizó Bernardo O’Higgins en los albores de la Independencia de Chile para capturar el fuerte de ciudad sin que tuviera que disparar un solo tiro.

Se trata de la época en que ya habían pasado los primeros y agitados días de la conformación del primer Congreso Nacional cuando el Padre de la Patria había sido nombrado alcalde y diputado de la actual capital provincial de Bio Bío y había tomado una decisiva orientación hacia la liberación de la dominación española. Ahora se trataba de hacer frente al ejército español que había desembarcado en las tierras nacionales, al mando del brigadier de Marina, Antonio Pareja.

Los hechos se produjeron un 23 de mayo de 1813 cuando O’Higgins, ya como teniente coronel de Ejército, al mando de 46 hombres más otros 20 milicianos que se le plegaron en el vado del Salto del Laja, planeó la audaz maniobra.

Don Luis Valencia Avaria describe así la captura de Los Ángeles. "O’Higgins ocultó a sus hombres en una quebrada al extremo norte del pueblo y despachó a Morales, su asistente, a obtener información. Supo así que el puente levadizo del fuerte estaba bajo.

Eran las 9 de la noche y con Soto, su hijo y dos milicianos cruzó entonces la plaza, pasó delante de tenduchos malamente iluminados y llegó junto al centinela del puente. En la oscuridad y a las demandas del soldado sólo replicó "Yo". Ante la insistencia del guarda, "¿quién es yo?", acercó su cabalgadura, diciéndole: "¿No me conoces?". El hombre, intrigado, hizo esfuerzos para examinarle, pero vio enseguida la pistola que O’Higgins le abocaba. En silencio entregó su fusil y se puso a sus órdenes.

La cuadrilla cruzó el puente, lo levantó y siguió al cuerpo de guardia. Nadie había: sólo los fusiles adosados a uno de los muros, pero en la pieza contigua unos soldados conversaban en torno a un brasero. A la voz de: "¡Viva la patria amigos!", pusiéronse de pie y en la semioscuridad se les acercaron, tomándoseles por bromistas. "¿No me conocen? Yo sí les conozco y sé que son buenos patriotas". Le reconocieron asombrados: "¡Si es el señor don Bernardo!". Producida la cordialidad, O’Higgins les aseguró que comandaba una fuerte división, que dominaba el pueblo y que el gobernador sería su prisionero.

Entretanto, Soto y los suyos habían ido en demanda del comandante, quien se entregó, con sus oficiales, sin resistir, ante el argumento incontrastable del fuerte capturado. Todo se había cumplido en pocos minutos, pero restaban los regimientos milicianos. A este tiempo contaba ya O’Higgins con el resto de los hombres que dejara en las afueras y, sirviéndose de quienes conocían al vecindario, les despachó a ubicar a los oficiales patriotas, con cuya ayuda remplazó a quienes tuvo por sospechosos. La vecindad acabó así por advertir que ocurrían sucesos extraños, y en medio de trajines, del ir y venir de soldados y de ocurrencias consiguientes, todo el mundo llegó a informarse y, cada quien a su modo y según sus afecciones, se regocijó o lo lamentó.

Los amigos, entre ellos cinco parientes suyos que vivían en Los Ángeles, le buscaron para saludarle y ofrecerle colaboración y un grupo de damas, cuando O’Higgins hizo arriar la bandera española del fuerte, se comprometió a confeccionarle una de la patria. Se la entregaron en poco tiempo, como que no era difícil coser tres franjas horizontales, blanco, azul y amarillo. Así, al clarear el nuevo día, los milicianos angelinos y los vecinos pudieron vitorear entusiastas al nuevo paño”.

"¡Viva la patria amigos!"

La primera bomba de Los Angeles

En noviembre de 1899 se materializó el sueño de los voluntarios de la Primera Compañía de Bomberos de Los Ángeles, al llegar la primera bomba a vapor, con la que se podían combatir de una manera más eficiente los incendios. Esta bomba llegó a Los Ángeles para quedarse, pues aún hoy está en la comandancia de Bomberos, donde se mantiene en exposición permanente, haciendo las delicias de los niños que importunan a sus padres preguntándoles si la vieron trabajando, o sobre como funciona; y también de los voluntarios, que se pasean orgullosos por su lado. 

La bomba tiene una fecha de fabricación estimada en 1866, y fue parte del material de la 5ª Compañía de Valparaíso, siendo adquirida en la suma de seis mil pesos. Antes de ser adquirida, la Merry Wather and Son, marca de la bomba, fue revisada por el ingeniero Carlos Vymheister Baier, quien dio el visto bueno para su adquisición, la que fue tramitada por el Directorio General, encabezado por el comandante José Tapia Orrego. 

Son muchas las historias que guarda la bomba, como por ejemplo que los dos percherones que la tiraban corrían hasta el cuartel al escuchar el tañido de la campana que señalaba el incendio, y no por su vocación de voluntarios precisamente, sino más bien porque sabían que una vez que volvían del incendio recibirían una ración extra de avena; o como la vez que se desbocaron, y fueron a parar unas cuantas cuadras más allá del sitio afectado. Hoy es el más preciado tesoro de los bomberos angelinos, que aseguran que funciona perfectamente aunque dejó de ser usada en 1926. Esto se comprobó en la celebración del centenario de la institución en Los Ángeles, en 1988, cuando lanzó un chorro de agua que superó la altura del edificio de la Municipalidad. Hoy la idea es darle un lugar de exhibición más privilegiado, para que todos puedan admirar este pedazo de la historia de Bomberos.

De “parateahí” a Paraguay

Más que singular es la historia del origen del nombre del sector rural de Paraguay, distante 30 kilómetros al norte de Los Angeles. Para quienes no lo ubican, este lugar se ubica unos ocho kilómetros al este del más que conocido Salto del Laja, paralelo al río. En su camino de acceso se encuentra una serie de camping que aprovechan las verdaderas playas que se forman en la ribera sur del Laja. 

La propiedad está distribuida en pequeños parceleros que, por años, se han dedicado a las actividades agrícolas y más recientemente al turismo, aunque en forma muy incipiente. Pero vamos al tema que nos interesa. En lo inmediato aclaramos que no tiene nada que ver con el país homónimo de Sudamérica ni con algún habitante de esa nación que haya estado por las tierras orillando el Laja. La explicación es mucho más curiosa. Según antiguos “paraguayinos” (gentilicio de los habitantes del lugar), el nombre del sector tiene un autor con nombre y apellido y su origen dista de cualquier relación con Paraguay. 

La historia, de acuerdo a transcurrió hace unos 80 años. Lo que antes era parte de la Subdelegación de Curanilahue, tenía un punto de encuentro que no era precisamente de los más santos. En realidad, era el lugar donde habían puestos de venta de vino extraído de los viñedos cercanos y se podía entablar conversación con “chiquillas que a uno lo tratan de tú”. Por lo tanto, era bastante concurrido y los jóvenes (y los no tanto), se daban cita en ese lugar para pasar los días, las semanas, los meses y los años. 

Con el paso del tiempo, el lugar pasó a denominarse cotidianamente como “parateahí”, porque de pie se debía esperar ser atendido. Pero un buen día, don René Castillo, un vecino del sector tan originario como cualquier otro, dijo a quien quisiera escucharlo: “Y porque en vez de decirle parateahí, le llamamos paraguay. Suena más bonito”. Y lo que comenzó como un decir sin grandes conocimientos de la geografía sudamericana, fue haciéndose un hábito. Pronto se hizo habitual entre todos sus habitantes. Más tarde fue tan habitual que en cada mapa o plano de la comuna de Los Angeles, con letras grandes, siempre aparece el nombre el sector Paraguay cuando se trata de buscar ese lugar al este del Salto del Laja, orillando el río. Y así fue que lo que ocurrió como un comentario e incluso una broma, denomina a todo un amplio territorio y, seguramente, habrá provocado más de algún orgullo a su ciudadano oriundo de Paraguay. Y todo porque a alguien se le ocurrió, un buen día, cambiar el nombre de “parateahí” a Paraguay.

Historia de Los Ángeles

A la llegada de los españoles, la zona de la comuna de Los Ángeles estaba habitada por indios llamados "coyunche" o gente de las arenas, debido a que esta área es el centro geográfico del territorio arenoso triangular llamado en esa época "La isla de la Laja" (delimitada por la Cordillera de los Andes, el río Laja y el río Bio Bío. Desde el siglo XVI se construyeron fuertes militares en el área. 

En el siglo XVIII, el gobernador de Chile, José Manso de Velasco, ordenó el 20 de marzo de 1739 la fundación de la Villa de Los Ángeles. El sargento mayor Pedro de Córdova y Figueroa fue encargado de la tarea y junto a sus alarifes, comenzó el trazado de las calles el 26 de mayo de ese año (éste es el día de aniversario de la comuna). Durante décadas, se debatió entre la pobreza y el abandono, pero el posterior auge agrícola y ganadero de la zona dio paso a su consolidación. 

Capital de las tierras llamadas "de la Alta Frontera" por los españoles conquistadores, tuvo un carácter militar, religioso, de encuentro social y de mixtura cultura. Su personaje más destacado es el Libertador Bernardo O’Higgins Riquelme, quien además de administrar la hacienda de Las Canteras, heredada de su padre Ambrosio O’Higgins, en la cercanía de los Ángeles, fue destacado en 1810 como el primer alcalde de la era republicana de esta villa. 

El 10 de enero de 1811 fue elegido por aclamación como diputado por La Laja al Primer Congreso Nacional. Desde allí impulsó una serie de adelantos para esta zona. El joven O’Higgins creó un Regimiento de Milicias, con el cual, siendo su segundo comandante, se enfrentó a las fuerzas realistas en Los Angeles, partiendo desde aquí hacia el norte, donde participó en la Guerra de la Independencia Nacional.

La Fundación de Los Ángeles

Siglo XVIII y en España reinan los Borbones. En 1738 don José Antonio Manso de Velasco ha sido Gobernador del Reino de Chile. A comienzos de 1739, y encontrándose en la ciudad de Concepción, éste ordena la fundación de un pueblo en el centro de la isla De La Laja, al cual le concederá el título de villa en 1748. Estos son los primeros años de la que hoy es la ciudad de Los Angeles. Los Angeles es capital de la Provincia de Bío Bío desde que ésta fuera creada, el 13 de octubre de 1875, durante el Gobierno de don Federico Errázuriz Zañartu. El 16 de octubre de ese año fue designado su primer intendente don Felipe Anquita.ue no era difícil coser tres franjas horizontales, blanco, azul y amarillo. Así, al clarear el nuevo día, los milicianos angelinos y los vecinos pudieron vitorear entusiastas al nuevo paño”.

Los Angeles, motor del crecimiento provincial

Los Ángeles, por su población y actividad económica, se ha convertido también en el centro proveedor de diversos servicios. Además, por ser la capital provincial de Bio Bío, tiene un indiscutible liderazgo sobre el resto de las comunas. Los Ángeles vive una etapa de transición en el aspecto urbanístico derivado del cambio en el nivel de la actividad económica, generada con la aparición en escena de la riqueza que representa el recurso forestal, abundante en la provincia y en la región. 

La relativa estabilidad que entregaba la agricultura hasta la década del 60, se vio alterada con la creación de una notable riqueza forestal en base a plantaciones de pino radiata y eucaliptus y por la explotación masiva del bosque nativo de la región, el impacto ha sido tan fuerte, que se ha duplicado la población urbana y por tanto ha crecido la demanda de servicios y productos. Y esto se ha reflejado en el funcionamiento y estructura física de la ciudad, que debió absorber los nuevos volúmenes y tipos de requerimientos sin estar previamente preparada, ni funcional ni físicamente, para ello. Esta expresión no sólo se da puntualmente en los edificios y construcciones vecinas, sino también en barrios y sectores. La población estimada en 156 mil habitantes está distribuida en 1.738 km2. 

La comuna de Los Ángeles tiene la mayor concentración poblacional en el sector urbano (67%). Descripcion La ciudad fue fundada por el sargento mayor Pedro de Córdoba y Figueroa, en cumplimiento de una provisión del brigadier José Antonio Manso de Velasco, Gobernador de Chile, de fecha 20 de marzo de 1739. Los Ángeles, como capital de la provincia de Bio Bío, tiene un carácter de «ciudad de servicios», contando con una oferta de servicios relacionados con la administración pública, la producción, el turismo, el comercio, la salud, el área financiera, la educación y la cultura. Es así como complejos industriales instalados en otras comunas, especialmente los asociados a la fabricación de celulosa y papel, encuentran en esta ciudad un centro natural de servicios. 

Entre sus principales fortalezas aparece su situación geográfica privilegiada, en el valle Central, equidistante de la capital y del sur austral, con un clima mediterráneo templado, de marcadas estaciones del año. Descripcion Aún cuando no posee atractivos turísticos relevantes, aparte del Salto del Laja, Los Ángeles constituye el punto de partida para expediciones ecoturísticas hacia las comunas precordilleranas. Allí reside su oportunidad: desarrollar y fortalecer su rol como punto de enlace y promoción del turismo a nivel provincial. La actividad económica y el empleo generado están principalmente en los sectores agrícola, forestal e industrial. 

La industrialización de los productos de la actividad agrícola, ganadera y forestal, se realiza en grandes escalas abasteciendo segmentos nacionales del mercado (leche y azúcar) o destinándose a mercados de exportación (maderas y frutas). Entre las grandes industrias destacan: Iansa, Nestlé, Aserraderos Mininco, Puelche, Bioleche y Soprole. La silvicultura, considerando la cantidad de empresas forestales radicadas en la comuna y la población económicamente activa dentro del sector, se puede decir que es uno de los pilares productivos y multiplicadores de actividad en la comuna. Asimismo, cuenta con una red caminera que asegura una excelente comunicación con gran parte de las comunas de Bio Bío así como con el complejo Concepción-Talcahuano, el motor de la región. 

El aeródromo de María Dolores, aunque no tiene líneas áreas operando, cuenta con la infraestructura adecuada para operar en forma comercial, incluso de noche. Al igual que las demás comunas de la Provincia de Bio Bío, en Los Ángeles persisten niveles de pobrezas por sobre los promedios nacionales. La última encuesta Casen 1996 determinó un porcentaje del 32%. Si bien es cierto, ha bajado notoriamente, considerando que en la misma encuesta CASEN de 1992 alcanzaba al 46%. La indigencia se ha mantenido en el 15%.